Ex monja apoya derecho de la mujer a decidir y critica el celibato

“Nadie puede imponernos una maternidad”

* “Iglesia --dice-- tiene tareas pendientes”

Tania Sirias | tsirias@elnuevodiario.com.ni

María del Pilar Sánchez Rivera vivió una vida religiosa por 12 años, cuando perteneció a las monjas franciscanas Misioneras de María. Proviene de una familia muy devota de la Virgen de Guadalupe. Ella relata que su formación educativa la hizo en colegio Verbo Encarnado, del Distrito Federal, México.

Afirmó que se inclinó a la vida religiosa influenciada por las labores sociales y las misiones que realizaba dos veces al año, además del divorcio de sus padres. “Estaba convencida de que con el sacrificio iba a congregar a mi familia, ya que esto era lo que se me había enseñado. Mi padre no me dejó ingresar al convento, y esperé cumplir mis 20 años para ingresar al claustro. Él me dijo que no necesitaba una santa encadena en un convento, sin embargo, fui muy voluntariosa y determiné que ese era mi camino.”
Intentó ingresar al Convento del Verbo Encarnado donde había estudiado, pero no la aceptaron porque sus padres eran divorciados. Reconoció que fue muy doloroso, pero insistió, ya que esa era la vida que quería llevar. “Realizando mi servicio social me encontré con las monjas franciscanas, cuyo estilo de vida me gustó, ya que desde la directora hasta la monja más humilde, todas lavaban y cocinaban. No eran tan clasistas como las monjas con las que estudié.”
La eligieron para hacer su noviciado en Roma y Francia, donde estudió filosofía. Ella quería ser Santa, por eso escogió las misiones más difíciles y trabajaba arduamente.

De misionera en el Cuzco

“Me enviaron de Superiora a un convento en el Cuzco, pero debido a un movimiento nacionalista que había en el Perú, no se me permitió obtener ese puesto y me enviaron a la biblioteca. La Provincia me envió de fundadora de una misión en Curahuasi, cerca del Cuzco”. Allí vivió dos años y medio hasta que fueron expulsadas del país. Durante ese tiempo conoció la pobreza extrema en que vivían los indígenas y experimentó una nueva evangelización.

“Cuestioné mi arrogancia, mi soberbia, que cuando yo hablaba era en nombre de Dios. Allí conocí la Teoría de la Liberación, y razono desde mi inteligencia de que esa Iglesia que seguía había perdido el rumbo. Habíamos dejado de vivir nuestra enseñanza inicial como fue la fe de Cristo. Supimos desde allí que la ignorancia, la falta de información, hace fácil la manipulación. Comenzamos alfabetizar a niños, jóvenes, adultos mayores, campesinos y grupos indígenas.”
Feligresía también habla con Dios
Regresó a México, pero con una nueva visión: desmontar esas verdades absolutas de que la Iglesia Católica era la única para salvar a la humanidad. “Me di cuenta de que los sacerdotes y las monjas sí estábamos unidos a Dios, pero también la gente que estaba divorciada, ajuntada, madres solteras. Que el celibato no era indicador de que éramos diferentes, ya que ellos (la feligresía) obraban a veces con mejor calidad en la defensa de los derechos humanos.”
“Decidimos abrir la clausura, que la gente conociera cómo vivimos los religiosos en los conventos. Para algunas autoridades era conveniente por el cambiar de los tiempos en concordancia con el inicio del Concilio Vaticano II. Para otros, era perder el sentido de la vida religiosa. También dejamos de hacer la oración de víspera de las seis de la tarde y hacíamos celebración de la palabra. Dijeron que habíamos descristianizado la vida religiosa. También enviamos a las alumnas de colegios elites a conocer la vida de los pobres.”
El obispo de León Guanajuato la reprendió, y le dijo que en sus tesis, las alumnas egresadas, “hijas de los bienhechores de la Iglesia”, entraban en crisis existenciales, pues denunciaban a los empresarios como explotadores. Se le impuso una obediencia ciega, fue por ello que decidió abandonar la vida religiosa y trabajar con los jesuitas fundando cooperativas comunitarias.

La propuesta de ella es hacer reformas para una Iglesia más dialogante, “recordando lo que Cristo dijo cuando las mujeres lloraban y les preguntó: “¿Por qué lloran hijas?” Ahora las mujeres seguimos llorando, y nuestra Iglesia Jerárquica no nos pregunta por qué sufrimos o qué nos molesta. Muchos religiosos, entre ellos obispos, piensan que la Iglesia debe volver su mirada a los rostros misericordiosos, y para cambiar las normas que no nos liberan y no nos hacen felices.”
La Iglesia tiene
tareas pendientes
¿Considera que la Iglesia es muy cerrada en sus doctrinas?
Yo pienso igual que Juan XXIII. Él dijo que la Iglesia Jerárquica tiene tareas pendientes por cumplir. Tiene que cambiar por la modernidad de los tiempos y la realidad económica, social, educativa y de salud pública. Por ejemplo, la Iglesia no permite a las personas no casadas comulgar, o que las divorciadas bauticen a sus hijos. Esa misma injusticia, esa herejía, se sigue cometiendo donde la exclusión es materia de relación entre fieles y jerarquía eclesiástica.

¿El movimiento Católicas por el Derecho a Decidir está en pro del aborto?
Yo no estoy en pro del aborto como método de planificación, lo que proponemos es tener la potestad de tu cuerpo. Si una mujer desea tener diez hijos, debe ser una decisión personal, le tengo que festejar esa decisión. La libre decisión debe imponerse en todos los casos, decidir ser católico, cristiano, tomar decisiones sobre mi cuerpo. Nadie se debe meter, ni clérigos, ni ministros, ni cardenales.

¿Hablamos de acabar con una vida, de un asesinato?

Hablamos de una vida celular, como un huevo, es una semilla, no es una persona. Entonces, todos los días que me baño, le tendía que pedir permiso a Dios para quitarme las células muertas del cuerpo.

No hablamos de células muertas, sino de un ser vivo…
No hay que dejarse manipular por esos videos y fotos que presenta el Movimiento Pro Vida. He conversado con expertos en biogenética, y cuando uno aborta, sólo son coágulos. Hablemos con propiedad, es un huevo, un esperma que se une al óvulo que tarda 72 horas, por eso es válida la píldora de emergencia. Luego hay 20 semanas para que se hable de formación, antes de eso es sólo un huevo. No es un niño, sino una formación celular.

¿Los médicos dicen que vida desde la concepción?
Hay vida, pero no es una persona humana.

El celibato casi
nadie lo cumple
¿Por qué en vez de proponer un aborto, no hablar de educación sexual?
¿Por qué no se lo preguntamos a nuestra Iglesia? En lo particular siempre lucho para que la gente use condones, y la Iglesia Jerárquica lo prohíbe y lo seguirá haciendo. Si hay tantos métodos de planificación familiar, ya que no a todas les resulta el método natural, ¿por qué no usarlos? Ahora hay parches, pastillas, óvulos, pero esto es inaccesible para un católico. También prohíben los embarazos precoces, pero siguen prohibiendo la educación sexual.

Por ejemplo, el caso del celibato que casi nadie lo cumple. Una encuesta en Estados Unidos reveló que el 75% de los religiosos no lo cumplen, y en América Latina es el 63.2%. Muchos seminaristas piden que el celibato sea temporal, que se les permita casarse como a los otros cristianos. Tengo dos millones 875 mil sacerdotes que trabajan en el Movimiento Internacional Somos Iglesia, que son casados. Ellos prefieren decir a la comunidad que se enamoraron y se van casar, o en alguno de los casos embarazan a su secretaria, a una maestra y deciden ser responsables. Hay muchos a quienes le han dicho que se queden oficiando misa, a otros le han dicho que no y salen huyendo.

La herejía con
las monjas
¿Cuál es la opinión del papa Benedicto XVI ante estos planteamientos?
Le han pedido al papa Benedicto XVI que revise esa propuesta, ya que ahora hay menos vocación. Es necesario que la iglesia vuelva a ver a tantos sacerdotes casados, porque hay que evitar otros pecados, como es la complicidad entre el abuso a mujeres y niños. Por ejemplo en África, como ahora hay tanto Sida, los curas no tienen relaciones sexuales con cualquiera y ponen sus ojos en un ambiente más sano, las monjas. Para mí eso sí es herejía, debemos hablar claro, aquí hay hambre y sed de justicia, y la injusticia la comete nuestra Iglesia Católica Jerárquica al no escuchar la vida de los laicos.

Ya escuchamos su primera declaración del Papa cuando creíamos que se iba a eliminar la restricción de la comunión para las divorciadas, a las madres solteras, que se les derrame bendiciones, pero cerraron las posibilidades.

En Nicaragua comulgan las madres solteras y las divorciadas…
Qué bueno, qué misericordiosa es esta Iglesia, pero que no se entere Obando. Creo que hay una gran ignorancia por parte de la feligresía, creen que hay cosas que ya cambiaron, pero no es así. Nosotras somos como las adúlteras, las hemorroides, la Magdalena, todas aquellas que siguieron a Jesús, por eso me declaro irredentamente enferma y espero que Cristo me cure.

¿Qué piensa de los matrimonios homosexuales?

Me parecen bien, siempre y cuando sean una familia conformada y exista el respeto en la pareja. A mí no me compete juzgar a nadie, pero si ellos se comportan en la sociedad, es un derecho que tienen. Mi interés principal es lograr una revolución de valores que permita a las mujeres y a los hombres de todas las edades, posiciones, razas, etnias, vivir en armonía, igualdad y equidad.

Bosquejo biográfico

María del Pilar Sánchez Rivera es Coordinadora de las Relaciones Interinstitucionales de la Organización Católicas por el Derecho a Decidir. Posee título de Filósofa en la Universidad Antoniana en Roma, Italia. Realizó posteriormente un diplomado sobre Estudios de La Mujer en la Universidad Autónoma Metropolitana de la Ciudad de México. Como estudiante presidió la Asociación Estudiantil y participó en Organizaciones de Estudiantes y Adolescentes para realizar el servicio social en las comunidades indígenas en Pachuca, Hidalgo, México.

Fue religiosa franciscana Misionera de María durante doce años, en los que realizó un trabajo de desarrollo de la comunidad en Curahuasi, Perú. Afirmó que su compromiso ha sido al lado de las mujeres para luchar por una vida más justa en el ámbito de la salud y de la educación. A su regreso a México, trabajó en el área educativa en bachillerato, en la Normal de especialización y en la UNAM, donde sigue colaborando en las diferentes facultades para participar en conferencias, paneles y mesas redondas.

Participa en el Comité Nacional por una maternidad digna, elegida y sin riesgos para evitar la morbi-mortalidad materna por falta de atención y consentimiento informado. Apoya la autonomía de pensamiento, libertad y el derecho a decidir para que las mujeres tengan una adecuada planificación familiar y puedan tener acceso a un aborto sin riesgos y asegurarles la prevención de enfermedades de transmisión sexual y del VIH-Sida.

Realiza alianzas para trabajar con prestadores de servicios en el área de salud y en la toma de decisiones con los legisladores y los Institutos de la Mujer y el Movimiento Urbano Popular de los diferentes partidos políticos.

Participa, asimismo, en un trabajo ecuménico y macroecuménico para atender nuevas formas de pastoral social para la diversidad sexual, divorciadas, madres solteras, sobrevivientes de abuso sexual y trabajadores sexuales. María del Pilar pertenece también al Movimiento Internacional Somos Iglesia, el cual busca un cambio en la jerarquía de la iglesia católica.